Sin manchas de sol: volver al pasado...
(MARÍA TERESA ESPINOZA) Si a esta fecha alguien tenía dudas de lo que podría ocurrir en este país, en el supuesto negado de que el candidato burgués llegara a gobernar, de seguro se le disiparon al ver el acto realizado hace poco en el edificio Polar de la caraqueña Plaza Venezuela. La burguesía dejó más claro que nunca cuál es su plan, una vuelta rotunda y definitiva al pasado oprobioso que protagonizaron desde el Gobierno los padres políticos del candidato de la derecha venezolana.
En un acto gris y entristecido los voceros de la cultura burguesa y la industria del espectáculo, revivieron por instantes lo que Ludovico llama el “concepto restringido, elitesco y oligárquico de la cultura”, haciendo gala de los más rancios valores de la sociedad capitalista en efervescencia ese día, acorde con el lugar elegido para tal cita.
Podía una ver en aquellos rostros los anhelos de vuelta a sus lugares privilegiados, recintos exclusivos, vacas sagradas y vedetismo cultural, mucha semejanza con la escena del salón donde se leyó el Decreto infame de Carmona el 12 de Abril. Viendo a tales personajes era claro imaginar el país gobernado por la burguesía: la Universidad de las Artes, extraordinario logro revolucionario, desalojada de la antigua sede del Ateneo de Caracas que hoy ocupa dignamente y para beneficio de muchos. El Teatro Teresa Carreño, hoy de uso cotidiano para el pueblo, restituido en epicentro de la cultura burguesa y de acceso exclusivo para pocos. Toda la Historia Patria vuelta al sepulcro al que fue condenada por años y alejados todos nosotros del Padre Libertador. Otra vez Venezuela llena de Museos sin vida, extraños al pueblo, simples depósitos de obras de arte apreciadas solo por una elite. No podía una dejar de imaginar a miles de cultores, creadores y artistas condenados nuevamente al olvido, abandonados, sumidos en una vejez infeliz, mientras “los artistas” elegidos bebieran las mieles del poder.
Y es que eso fue lo que allí se dijo y se mostró, discursos llenos de un profundo egoísmo, inspirado solo en intereses mezquinos, basados en aquella idea de libertad que solo sirve para tener la libertad de venderse al mejor postor, tanto el artista como su obra. Si, venderse, nadie habló allí del “Ser Cultos para ser Libres” de José Martí, no se habló allí de la masificación del proceso y hecho creativo, del acceso del pueblo a cultivarse y aprender las artes como máxima forma de elevación de la conciencia, de la ocultada Historia Patria, de la seguridad social de los creadores y creadoras, la preservación de nuestras manifestaciones y tradiciones culturales no existe para ellos si no son buena mercancía para la venta. Arte-mercancía, creación-mercancía, artista-mercancía, solo eso concibe la idea burguesa de cultura.
Consignas vacías, argumentos falaces de una supuesta autocensura, bufonadas sobre el pensamiento único y la libertad de expresión, lea usted ahora mismo las columnas de opinión que se publican al lado de estas líneas, mire la cartelera cinematográfica, detalle la cartelera teatral capitalina, hurgue en la intensa agenda cultural portugueseña, prenda la televisión un rato y verá que es imposible afirmar que existe un pensamiento único y que no hay libertad de expresión en este país. Haga la prueba ahora mismo, le invito. Luego compare y verá que antes de la llegada de la revolución los que hoy quieren volver al poder tenían a este pueblo sometido a la dictadura del pensamiento y la cultura ideologizada de la clase dominante, quienes persiguieron, mataron, torturaron y censuraron a los de pensamiento diverso, lo hicieron bajo la mirada complaciente de los “artistas e intelectuales” que aparecieron en ese cuadro patético de apoyo al candidato apátrida.
Solo dos cosas quedaron claras en el Edificio Polar, la primera es que la política cultural revolucionaria es intachable y quienes se pronunciaron a favor del candidato de la hegemonía imperialista, muchos de ellos beneficiados por esas mismas políticas, cabe destacar, no pudieron hilvanar una sola oración en contra. Y la otra cosa que queda clara, es que la intención del candidato de la burguesía es restituir el viejo orden, devolverle a cada grupo poderoso, a cada elite, el lugar perdido a raíz de la democratización revolucionaria, es por esa razón que le acompañan, es ese su verdadero compromiso y él hará todo lo posible para honrarlo, lo único que se lo impide es que Octubre será el mes de la Patria porque lo viejo, no volverá.
@mariateresae
Fuente: Ultima Hora Digital